viernes, 21 de febrero de 2014
Proverbios
El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.
Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora.
La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.
La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.
Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
Si te caes siete veces, levántate ocho.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, fíjate con quien se ha casado ella.
¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio!.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
El corazón es un niño: espera lo que desea.
Estaba furioso de no tener zapatos; entonces encontré a un hombre que no tenía píes, y me sentí contento de mi mismo.
Duerme con el pensamiento de la muerte y levántate con el pensamiento de que la vida es corta.
No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.
La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.
Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
Es una locura amar, a menos de que se ame con locura.
Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman.
Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.
Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más
Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
Gobierna tu casa y sabrás cuánto cuesta la leña y el arroz; cría a tus hijos, y sabrás cuánto debes a tus padres.
Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver.
El amor hace pasar el tiempo; el tiempo hace pasar el amor
Cuando apuntas con el dedo, recuerda que tres dedos te señalan a ti.
Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
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